Foto: J.M. Iborra |
Esta semana, la Asociación para la Protección de Cabo Palos PROCABO presentó una solicitud ante diferentes administraciones regionales y municipales para reivindicar la importancia de mantener los arribazones que se acumulan en la playa de Levante y Amoladeras. Estos arribazones están formados por hojas y tallos desprendidos naturalmente de las plantas de Posidonia oceanica, una fanerógama marina endémica del Mediterráneo.
Debemos recordar que la Posidonia oceanica tiene gran importancia entre otras razones por su papel en el secuestro de carbono, siendo además hábitat para diferentes especies de fauna, y un indicador de buena calidad de las aguas. Los restos de hojas y tallos son arrastrados a la playa con el oleaje, formando acúmulos que ejercen también una importante función de barrera contra la erosión al reducir la pérdida de arenas de nuestras costas durante los temporales, frecuentes sobre todo en otoño en áreas mediterráneas.
A pesar de este papel protector, los arribazones son retirados de playas y calas, principalmente por motivos estéticos, al ser escasa la conciencia ciudadana sobre su importancia. Esta retirada altera la dinámica litoral y genera problemas de estabilidad (recordemos que el paseo marítimo de Cabo Palos se ha visto afectado en los últimos temporales por el oleaje) además de provocar una pérdida de nutrientes y sedimentos.
A este respecto, la Asociación PROCABO llama también la atención sobre las operaciones de regeneración de playas realizadas en invierno y primavera de 2017 en las que se utilizaron arenas de canteras de granulometrías muy finas y maquinaria pesada, dando como resultado un aumento de la turbidez con efectos negativos en las praderas de Posidonia existentes.
Tales operaciones fueron denunciadas por la Plataforma Pacto por el Mar Menor a la fiscalía de Medio Ambiente. Además, y a pesar del coste económico que conllevan, no tuvieron los efectos deseados, ya que el temporal ocurrido meses después, en agosto de 2017, volvió a azotar el muro del paseo provocando desperfectos en una de las escaleras de acceso a la playa.
La obtención de banderas azules suele utilizarse como argumento a favor de la retirada de los arribazones; sin embargo, el Reglamento para la obtención de dichas banderas incluye como criterio imperativo (nº 10) que “las algas y restos de vegetación no deben recogerse, salvo que su acumulación y podredumbre resulten claramente molestas e insalubres, al entender que las algas marinas y demás restos de vegetación constituyen un componente natural del ecosistema marino” y así se explica en diversas campañas de educación ambiental tanto en nuestra región como en la Comunidad Valenciana y Baleares, cuyo fin es eliminar la percepción de estos restos vegetales como suciedad.
La asociación PROCABO solicita a las Administraciones que en las labores de retirada de los arribazones y regeneración de playas se tengan en cuenta criterios científicos orientados a la conservación del litoral, publicados en artículos, informes y guías de buenas prácticas, que incluyen por ejemplo: la necesidad de evaluaciones de impacto ambiental para los procedimientos de regeneración de playas y/o eliminación de arribazones de Posidonia; la limitación de la retirada de arribazones a playas de uso turístico intensivo y en época estival (junio. julio y agosto) y evitando maquinaria pesada que produzca compactación, dejando una fina capa para limitar la pérdida de arena; el respeto hacia las playas donde se mantengan sistemas dunares; y la revalorización de los restos vegetales de Posidonia oceanica para fines diversos (construcción, compostaje, obtención de energía a partir de biomasa…). Estas medidas pueden y deben compatibilizarse con actividades de educación ambiental.
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